Cerca de 20 actores involucrados dieron el primer paso para implementar la Política Pública de Salud Mental en este territorio. Un compromiso histórico a través del cual se abordarán tres eventos de salud mental: conducta suicida, violencias y consumo de sustancias psicoactivas.
Como parte de las actividades con las que Funza conmemora sus 484 años de historia, se firmó el Acuerdo de Voluntades por la Salud Mental de los habitantes; iniciativa que encabezó el alcalde, Daniel Bernal, como una propuesta para buscar óptimas condiciones de equilibrio y bienestar integral, reconociendo la salud como un derecho fundamental.
“Hoy se marca un hito en la historia de la salud mental de la comunidad funzana. Este acuerdo es la puerta de entrada para la construcción de una política pública, que redundará, claramente, en beneficio de toda la ciudadanía, desarrollando nuestras diferentes líneas de acción como: promoción y prevención, vigilancia en salud mental y el ejercicio participativo de la construcción de una política pública”, explicó la secretaria de Salud, Norma Cardozo.
Durante los años 2019 y 2020, en Funza se presentaron 42 casos de intento de suicidio; el 12% de estos tuvieron como desenlace fatal el suicidio consumado (el 40% fueron mujeres y el 60% hombres); cifras que alertan a las entidades y razones suficientes por las que hoy se consolida este documento, además de robustecer el equipo profesional para su atención.
“Esto es importe porque no solo es la salud física, es cómo te sientas emocionalmente lo que afecta tu cuerpo, lo físico afecta lo fisiológico; este es nuestro primer eje fundamental, trabajar por el bienestar de todos. Trabajaremos sobre violencias, conductas suicidas y consumo de sustancias psicoactivas, ya que los grandes desenlaces fatales son ocasionados por problemas de salud mental”, concluyó Adriana Aguirre, líder de Política Pública de Salud Mental de Funza.
Una vez firmado el acuerdo, se formulará, adoptará e implementará esta Política a través de la Secretaría de Salud del municipio, en articulación intersectorial con los actores sociales, empresariales y comunitarios, aportando así, significativamente, al cambio de percepción social sobre los trastornos mentales y la salud mental.